El problema se hace más evidente en los días de calor y humedad, ya que provoca la proliferación de moscas y otros insectos.
Oscar Fisher, cuyo campo es atravesado por este arroyo, señaló a diario UNO que se le murieron tres animales y el resto está enfermo. Asimismo indicó que el problema se suscita cuando salen de servicio las bombas que expulsan los líquidos cloacales de la ciudad, hacia la laguna sanitaria ubicada a la vera de la ruta 12.
El campo de Fisher está ubicado en la zona del acceso Sur a la ciudad, del otro lado de la ruta provincial 131, a unos 500 metros de la ex fábrica Cotapa.
El curso de agua pasa por su campo luego de atravesar el barrio Azul y desemboca finalmente en Ander Egg, a pocos kilómetros de Libertador San Martín, un lugar utilizado por la gente de la zona como balneario.
“La bomba se para cuando hay cortes de luz, por lo que instalaron un caño que desagota en el arroyo”, relató.
Además de materia fecal, los caños colectan otras sustancias presentes en las aguas servidas como detergentes y otros productos químicos.
Las obras necesarias para solucionar este inconveniente son millonarias e incluyen el recambio de la red de cañerías que resulta actualmente obsoleta para el crecimiento de la ciudad.
“Tienen que romper el asfalto y hacer obras nuevas en un 50% de la ciudad. Poner caños y bombas más grandes. Pero es época de elecciones y la plata no se ocupa en esto”, acotó.
La queja de los afectados fue elevada en reiteradas ocasiones, por nota, al Concejo Deliberante y al Área de Obras Públicas del municipio sin soluciones concretas hasta el momento.
El ingeniero Ariel Robles, a cargo del área, indicó que el agua del arroyo pertenece a una vertiente y negó la contaminación. Asimismo explicó con datos técnicos el funcionamiento del sistema de bombeo.
Sin embargo, los vecinos señalan que cuando hay un corte del luz las bombas elevadoras de la planta de tratamiento de efluentes cloacales salen de servicio, y el agua de la cloaca desagua por un caño testigo hacia el curso de agua, contaminándolo. Según los testimonios, esto está pasando con mucha frecuencia.
“Con las últimas lluvias se lavó un poco el canal pero la contaminación está latente, no sólo en el agua sino en el limo depositado a los márgenes”, indicaron los vecinos.
• Problema viejo
Este problema no es nuevo, según los vecinos. En 2004 la Municipalidad instaló caños con agua potable para evitar que los animales que abrevaban en el arroyo se envenenaran.
Por otra parte, los vecinos del barrio Azul reclaman desde hace tiempo la limpieza, el desmalezado y la iluminación de la zona. (APF.Digital)
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