La jornada del sábado marcó a la localidad con un hecho trágico al conocerse la noticia del suicido del joven Carlos Alberto Barzola, de 27 años de edad, quien fue encontrado por su madre en su habitación particular ahorcado, aproximadamente a las 20,30horas. Según las primeras precias de la cual intervinieron funcionarios policiales de la Comisaría Cerrito y de la División Criminalística de la Jefatura Departamental Paraná, el deceso se habría producido 8 horas antes, oportunidad en que Barzola, padre de dos hijos, se encontraba solo en su domicilio. En consonancia con esta lamentable información, observamos que los índices de suicidio también crecen en nuestro País.








Los informes de la Organización Mundial de la Salud referidos al fenómeno del suicidio en el Mundo, indican que los mismos son responsables de más muertes al año que las producidas en el mismo período por el conjunto de todos los conflictos bélicos que asolan al planeta.


En consonancia con estos informes, observamos que los índices de suicidio también crecen en nuestro País, en el año 2004 Entre Ríos estaba en el quinto lugar con una tasa de 10,45 cada 100 mil habitantes por año, cuando los índices medios del país eran de 8,21. Un problema que requiere la adopción de medidas tendientes a la prevención de este tipo de conductas.-


Mas allá del impacto fugaz que provoca leer en los periódicos nacionales o locales noticias de suicidios de personas que conocemos o no, y que muchas de las veces son y cada vez mas, adolescentes, Tal vez la problemática requiera plantear seriamente el tema buscando cómo introducir en los espacios educativos esta situación para prevenir por un lado, y por otro, en los espacios sanitarios, recursos para profundizar la clínica de la urgencia quizás este  sea un desafío más que inmediato.


En una publicación de la Editorial Perfil con origen en una Organización no gubernamental (Asociación de Prevención del Suicidio) se informa sobre de altos índices en todo nuestro país, con algunas regiones mas afectadas.


Estos índices no reflejan otra situación, ya que muchos de los intentos no concretados, tampoco son denunciados por las familias por vergüenza o mitos sociales que todavía perduran.


Aún así, los índices publicados nos colocan como país, en los primeros lugares en Latinoamérica y altamente rankeados en toda América.


Tal vez la situación alarmante que resulta palpable en la opinión publica, requiera  decidir urgentemente  cómo introducir en los espacios educativos este tema para prevenir por un lado, y por otro, en los espacios sanitarios, recursos para profundizar la clínica de la urgencia, sea un desafío más que inmediato.