La lluvia caída desde el sábado, que tantos problemas generó en Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes, entre otras provincias, podría ser buena para el campo en nuestra región. Los registros pluviométricos que en localidades de nuestro departamento marcan mediciones superiores a los 140 mm traerían algunos beneficios y serían, la mayor cosecha de maíz y de pasturas, con su consecuente aporte a la producción ganadera. Si hay más oferta de carne, aunque haya pasado esta coyuntura de demanda fuerte por el fin de año, se habrá conseguido uno de los objetivos del gobierno de mejorar el volumen de abastecimiento interno y lograr precios bajos para la carne.
“Llovió carne”, decía entusiasmado un analista del mercado que calculaba que en agricultura, las precipitaciones caídas, principalmente en la zona núcleo, representarían un beneficio para los cultivos de maíz. Muchas zonas mostraban atrasos en la provisión de agua, una sequía poco severa que, ya solucionada, podría implicar una cosecha de hasta 19 millones de toneladas contra 17 millones previstos, según los productores. “Que llueva en este momento es determinante para el rendimiento del maíz”, reconocían quienes evalúan diariamente el mercado.. Y aunque hubo fuertes ráfagas de viento, voladuras de silos y algunos perjuicios particulares, a grandes rasgos podría decirse que en lo estrictamente agronómico, las lluvias beneficiarán los rindes maiceros. Esto implicaría mayor disponibilidad de grano para volcar al consumo doméstico (anualmente suelen demandarse 7 millones de toneladas) y permitiría un volumen de exportación de 11/12 millones de toneladas. Alternativa Al aumentar el stock de maíz, los precios podrían disminuir, según las reglas del mercado, y muchos productores podrían decidir alimentar el ganado con suplementos a base de este cereal. Esto permitiría acelerar la oferta de carne y podría mejorar también el negocio de los engordadores a corral (feed-lots), que aceleran la ganancia de kilos de los animales, los que son despachados al mercado en menor tiempo, en comparación con los vacunos criados en pasturas. Si hay más oferta de carne, aunque haya pasado esta coyuntura de demanda fuerte por el fin de año, se habrá conseguido uno de los objetivos del gobierno de mejorar el volumen de abastecimiento interno y lograr precios bajos para la carne.
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