Los ingresos propios de las provincias no alcanzan para pagar sueldos. Así se desprende de un informe que da cuenta de que Entre Ríos destina más del 62% del total de sus ingresos al pago de haberes.
Ninguna provincia logra cubrir con recursos tributarios propios el gasto que les demanda el pago de los sueldos a los empleados estatales. Si se incluyen en el cálculo los ingresos que reciben de la Nación derivados de la coparticipación de impuestos nacionales, la situación es menos crítica, aunque la proporción entre gasto en personal y recursos totales excede el 50% en la mitad de los distritos.
Un informe de la consultora Economía y Regiones (E&R) analizó caso por caso. El resultado es que sólo lo logra la ciudad autónoma de Buenos Aires, que usa sólo parte de sus ingresos propios para pagar salarios, aunque esa parte es alta: el 72%. En el otro extremo, Formosa necesitaría multiplicar por siete (771%) su recaudación para cumplir a fin de mes con los sueldos de los empleados provinciales. En condición similar están La Rioja, Jujuy, Catamarca y Chaco.
Cuando se incorporan los fondos de la coparticipación, las provincias gastan, en promedio, el 55,9% de sus ingresos totales en solventar el empleo público, llegando al extremo de Tierra del Fuego, donde el 67% del ingreso total se va en pagar salarios públicos.
En el otro extremo, San Luis sólo usa un 31,8% del ingreso total para pagar salarios y tiene un margen más amplio para aplicarlo a inversiones, por ejemplo, en obras públicas.En el caso de Entre Ríos, se indica que para cubrir con fondos propios el pago de haberes, debería incrementar en 262 por ciento la recaudación. Mientras tanto, se si suman los fondos provenientes de la coparticipación, se destina el 62,5 por ciento de los ingresos al pago de sueldos.
“El peso del gasto en personal de las provincias es alto”, dice Federico Cuba, analista fiscal de Economía y Regiones (E&R). “Se fue incrementando en los últimos años hasta duplicarse en términos del PBI en los últimos ocho años”, agrega. Las provincias del NOA y el NEA “tienen una carga de empleo público bastante alta, lo mismo que Santa Cruz. Allí el gasto en personal tiende a ser mayor”. En 2016, la Patagonia y el NEA fueron las regiones con mayores caídas interanuales en los puestos de trabajo privados registrados, lo que llevó a esas provincias a tratar de compensar la caída con empleo público.
Trabajo en el Estado
Al cuarto trimestre de 2016, los empleados públicos totales en el país llegaron a 3.490.056. Un 21,2% corresponde al personal del sector público nacional; los empleados provinciales aportan el 65,8%, y los municipales, el 12,9%. Según el último informe del Ministerio de Trabajo llamado “Seguimiento del empleo público nacional, provincial y municipal”, las provincias y los municipios no dejan de sumar empleados en los distintos niveles del Estado. Las primeras sumaron 27.000 puestos en 2016, y los municipios, casi 11.000. El empleo público a nivel nacional cayó un 0,2%.
Pero además, según la cartera laboral, aún no están claros los números del empleo público provincial y municipal en su totalidad. Falta información de algunos organismos públicos provinciales, principalmente en Santa Cruz. Por otro lado, de los 2236 municipios que existen en el país sólo 131 informan cuántos empleados tienen.
“Los ratios que se ven en las provincias, en los municipios tienden a ser más altos, sobre todo en aquellos que tienen menos actividad económica. Ellos destinan alrededor del 60% de sus ingresos en gastos de personal. Crece más rápido el empleo municipal que el nacional y el provincial. En los últimos años, esta situación se va agravando”, dice Cuba.
Según Cynthia Moskovits, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), “hay datos oficiales de 2015 donde se ve que el gasto en remuneraciones significó el 30,7% del gasto primario de la Nación y las provincias. Si a ello se suman las transferencias corrientes a universidades, que se destinan a remuneraciones prácticamente en su totalidad, entonces se ve que un tercio del total del gasto primario (gasto total antes del pago de intereses) se va en remuneraciones”. Todavía no están los resultados de 2016, pero la economista calcula que este panorama no ha cambiado demasiado.
Fuente: La Nación